Cualquier intento por eliminar al brujo os parece inútil; Arcapranos es demasiado poderoso. Intenta usted entonces dialogar con él: - ¡Gran brujo de la Montaña del Fuego! -exclama postrándose a sus pies de uñas negras y brillantes- ¡Mi reino os acogerá siempre con los más altos honores! Graken será vuestro con sólo pensar en ello. Piedad -Por supuesto, príncipe, por supuesto- replica Arcapranos con voz gutural mientras quiebra de un sólo golpe vuestra columna vertebral.